Merecida por completo

Todos los que hayáis pasado por aquí en algún momento, sabéis que el nombre de este blog y por lo tanto de la web tiene una razón de ser.

Si. Siempre he pensado que todos nos merecemos alguna alegría, un capricho aunque sea sencillo, algo que nos anime ese momento, en medio de nuestra lucha diaria de trabajo, niños, horarios.....

No solo soy una firme defensora de este hecho, si no que lo he puesto en práctica en varias ocasiones, convencida de que es la mejor y más contundente razón que podía encontrar.

El otro día, sin ir mas lejos, tuve que hacer uso de ella. Llevaba un cierto tiempo madurando la idea.

Surgió por casualidad, en una de mis visitas para ver qué material habían recibido. La dueña me enseñó unas piedras semipreciosas. Sencillamente maravillosas.

Habia varios tipos, pero a mí me llamaron la atención una bola negra de onix con diminutas incrustaciones de cristales de Swarovski y unos calabrotes del mismo material.

De la pieza redonda, poco puedo decir. Me pareció impresionante por su brillo. Con los calabrotes, tengo que confesar que no soy objetiva. Me fascinan de toda la vida. Me parecen una de las piezas más bonitas.

En aquel momento, conseguí frenarme. Tampoco es cuestión de poner la excusa y venga, a comprar todo lo que me apetece. No!. Se trata de hacerlo especial, si no, no tendría su gracia.

He conseguido mantenerme fría y lejos de ellas durante unas cuantas semanas. Y eso que he vuelto a la tienda varias veces porque necesitaba materiales.

Al final, la semana pasada caí. Era uno de esos días que seguía lloviendo, después de casi un més de no dejar de ver el cielo gris. Con un frio de horror, de esos que te congelan las arrugas y no necesitas botox para parecer más joven. Estaba harta de ese tiempo y los pronósticos no auguraban nada bueno.
Decidí que ya estaba bien. Me lo merecía!. Si el cielo seguia siendo gris, el mío particular debería ser un poco más azul.
Entré, elegí, salí y me fui disparada a casa a hacerla.

Aquí está.....



De onix negro, tanto la bola central como los calabrotes. Utilicé cuero y cerré la pulsera con un discreto cierre de plata.
Me pareció que el brillo de las piedras semipreciosas no requería mucho más que unos sencillos nudos para unirlas entre si. El color tenía que ser negro. Total black!

Después de hacerla, teniendo en cuenta que era un regalo, (autoimpuesto pero un regalo), me pareció que en las fechas en las que estamos, quizás podría ser un regalo para alguien. Por eso, ya forma parte de la web, donde podéis verla con mayor detalle.

Las piedras semipreciosas son maravillosas por el brillo, el frio tacto de las piezas, el colorido, los acabados... son una delicia! Se trabaja en otra dimensión. La belleza de las mismas piedras piden pocos ornamentos, diseños sencillos en donde ellas destaquen.

He hecho algunos diseños para mi y bajo petición puntual. No son terriblemente prohibitivas, ni mucho menos, pero siendo piedras semipreciosas, hay que tenerlo en cuenta.
Me fascina trabajar con ellas, hay infinidad de colores y materiales. Es un terreno que me gusta explorar y estos encargos hacen posible que pueda ir conociéndolas mejor.

No hace mucho, engarcé unas fluoritas en un collar de dos vueltas cortas para mi madre. El cierre era de ella. Impresionante. El tamaño de las piedras y su talla no pedían mas.




Ah!! Se me olvidaba comentaros que para la pulsera hay varias combinaciones posibles. La bola central esta disponible en cuarzo (rosa pálido) y en amatista (morado). Los calabrotes en cuarzo blanco. Preciosos todos ellos.

Pasad un estupendo día, frio pero estupendo.