viernes, 31 de octubre de 2008

Un pañuelo en mi cabeza

Es el momento.

Tal y como os anuncié en mi anterior post, hoy toca enseñaros qué hice con los tiradores. Y sí, hablo de los tiradores, porque desde el primer momento los concebí como un conjunto, ya que ambos tienen el mismo dibujo labrado aunque sean de diferente forma. Por eso precisamente intuí que debían estar juntos en el diseño final, como una pareja bien avenida.

Aquí los tenéis....



Cuando empecé a diseñar el collar, de repente, me vino una imagen a la cabeza, la de un pañuelo de gasa anudado al cuello con el nudo en un costado. Inmediatamente, decidí que quería trasladar esa imagen a un collar.

Los colores... lo tenía claro, porque básicamente son la mezcla de grises de la piedra que hace aguas y me pareció que podía dar la imagen del nudo que tenia en la cabeza. Las piedras cuadradas sencillamente me enamoraron en cuanto las vi. Además, por su tamaño me daban la oportunidad de emplearlas en varias vueltas tan cerca del cuello, dándole al collar el volumen que quería. Y como de un "pañuelo" se trataba, colgué uno de los tiradores al final de la cadena, para que pareciera el pico.

En cuanto vi el resultado, me quede tranquila. Había conseguido sacar adelante mi idea. Y os puedo asegurar que me sorprendí en cuanto me lo puse, porque es un collar que queda bien cuando te vistes un poco, como para ir a cenar, y también se puede llevar de día simplemente con un polo negro de cuello alto, por lo que al final, ha sido mas versátil de lo que esperaba.

Ahora os toca a vosotras opinar. Por mi parte, me voy a calmar el gusanillo con otro reto.

Ah! y antes de que se me olvide, solo hay tres unidades disponibles de este diseño. Para verlo con más detalle ya sabéis que lo podéis encontrar en la web.

Muchos besos y disfrutar del fin de semana. El lunes, más cosas por contar y a lo mejor una sorpresa por desvelar.

Ciao

miércoles, 29 de octubre de 2008

De vuelta!!!

Probando..... probando...... Me recibís???

Si es que todavía no me lo creo! He regresado!!!. Semanas de virus informáticos, troyanos que se paseaban libremente por el ordenador haciendo lo que les daba la gana y consiguiendo que nuestras cotas de desesperación aumentaran hasta límites insospechados. Qué desesperación!! Llegó un momento en que de verdad pensé que no lo conseguiríamos y me tendría que despedir para siempre. Si llego a hacer una reforma completa de mi casa seguro que termino antes.

Pero como todo llega, hoy es el gran día. Regreso a mi mundo virtual. Cómo os he echado de menos!!
Siempre he dicho que esto crea adicción y ahora lo he podido comprobar perfectamente. Me faltan horas para pasearme por vuestros blogs, ponerme al día y enterarme de lo que os ha pasado, que dicho sea de paso salvo más mocos y toses propias de la época, espero que hayan sido cosas buenas.

Por mi parte, os puedo decir que como no hay mal que por bien no venga, he empleado el parón forzoso a tope y me he pasado los días creando nuevos diseños que os iré enseñando a partir de ahora, si no tenemos más sorpresas y los troyanos deciden irse a dar la pelmada a otra parte o.... a ninguna. He creado todas esas ideas que tenía en mente y algunas más que han ido surgiendo. Además se acerca el momento de mostrar algunas sorpresas que estaban esperando a que llegara su hora. Al final me vais a tener hasta en la sopa con tantas cosas que tengo que contar!!

Y hablando de diseños,.... ya sabéis de mi afición a buscar objetos que no tienen nada que ver con los abalorios y terminar diseñando algo con ellos. Hace unas cuantas semanas, mientras medio mundo estábamos inmersos en los cambios de estación y de vestuario, decidí que mi hijo había crecido lo suficiente durante el verano como para necesitar unos pantalones vaqueros de acuerdo a su altura, (los pantalones tobilleros para niños como que no me terminan de convencer). Así que aproveché la coyuntura de que sus hermanos se quedaban en casita y nos fuimos los dos de expedición. Como madre responsable, le compré unos pantalones pero, después de la obligación..... le dije que me acompañara a Zara Home a comprar unas velas. Estando allí, me fije en una cesta llena de cosas que les quedaban de la temporada anterior. Tenía que ver de que se trataba!! Esto es lo que vi.





Y como hay cosas en la vida que no puedes dejar pasar, terminamos los dos sacando la cesta entera para ver cuantos tiradores quedaban para acompañarnos a casa. Claro, teniendo en cuenta que no necesitábamos cambiar los cajones de las cómodas de la casa el niño me miraba como si su madre estuviera mal de la cabeza, pero cuando le expliqué para qué quería comprarlos se puso a rebuscar con ese entusiasmo y ese afán que solo los niños tienen.

Ni que decir tiene que llamamos un poco la atención, mientras él me preguntaba "ama,quieres este o mejor este otro?", tanto que la dependienta me dio un cesto vacío para que fuéramos pasando de uno a otro todos los cachivaches y pudiéramos escoger los tiradores más cómodamente. Nos lo pasamos en grande.

Como ya os he dicho, no he estado precisamente ociosa (es que si no me da algo) y el resultado de esta adquisición os la postearé el viernes. Por ahora, os propongo que intentéis adivinar en qué se han convertido los tiradores y con qué colores los he combinado. Os imaginareis que mi hijo se siente parte muy pero que muy importante del nuevo diseño y está tremendamente orgulloso de haber formado parte del asunto. Y no es para menos con el entusiasmo que puso en la tarea!!!

Ah!! y por supuesto, para que nadie piense que era una excusa, volvimos a casa con un par de velas bien bonitas, si señor!.

Me encanta volver a estar aquí, es como volver a casa después de un largo viaje de trabajo. Prometo pasarme poco a poco por vuestras "casas" y comentaros.
Al final, la espera ha valido la pena, así se aprecia mejor lo que uno tiene, sea donde sea.

Mil besos a todas

lunes, 6 de octubre de 2008

Los virus de otoño

En estos días en los que estamos diciendo adios a nuestro maravilloso y favorecedor moreno estival para ir asumiendo que estaremos de color verde-cremoso durante unos cuantos meses, en esa etapa de adaptación y vuelta al maquillaje, a decir adios a los colores alegres que acompañan el verano, es cuando sucede. Llegan los virus de otoño! Esos increibles y diminutos seres que logran que nuestras narices se llenen de mocos y las gargantas duelan como si tuvieramos cuchillos, por no mencionar a la tos. Pues si, ya estamos en otoño y para celebrarlo como es de rigor, tengo la nariz como un pimiento morrón, la garganta hecha un desastre, por no decir que mi cuerpo está destrozado, como si Farruquito y su familia hubieran bailado un zapateado encima de mi espalda.

Y para colmo, el querido ordenador se ha solidarizado con mi estado y ha decidido coger unos cuantos virus, con lo que el pasado viernes nos dijo adios. Una maravilla!!!!
Así que tenemos que volver a instalar programas, resetear unas cuantas cosas por aqui y otras por allá y de paso ampliar el ADSL y con esto y un bizcocho..... hasta vete tu a saber!! Es bien sabido que en estas cosas, al igual que en los gremios de la construcción siempre sabes cuándo empiezas, pero nunca cuándo acabas, es decir que no tengo ni idea de si este parón forzoso de tipo vírico va a durar mucho. Estoy que trino.

Por eso, y gracias a que un alma caritativa se ha apiadado de mi y me ha dejado un ratito su portatil os comunico que con un soberano enfado por mi parte, no estaré por aqui en unos días (espero que pocos), hasta que el ordenador vuelva a furrular (como dirían mis hijos). Lo peor es que me he acostumbrado a pasearme por vuestros blogs todos los dias y ahora voy a tener bastante mono de saber de vuestras noticias.
Espero volver pronto, pronto. Hasta entonces, os mando un saludo enorme, que los besos contagian. ;D

Para todas aquellas que deseeis hacerme un pedido, seguid enviándolo al mail, intentaré acceder de vez en cuando abusando de las almas caritativas con software que hay a mi alrededor y os contestaré en cuanto pueda.

Ser buenas y disfrutar mucho, Ah!! y cuidaos de los virus de otoño.